Fuga de crudo ligero en una plataforma de Petróleos Mexicanos (Pemex), ubicada en el Golfo de México ha generado versiones contrapuestas de sus efectos al medio ambiente
El pasado 23 de octubre la plataforma Usumacinta, propiedad de Petróleos Mexicanos (Pemex), chocó en medio de una tormenta con el pozo de crudo ligero Kab-101, lo que generó una fuga de petróleo y gas que forzó la evacuación de más de 80 trabajadores, 21 de los cuales murieron, al parecer ahogados.
La fuga, que 31 días después del suceso aún no ha sido controlada, produjo varios incendios, el último el pasado día 20, que todavía permanece encendido, dijeron hoy a Efe fuentes de Pemex, compañía que cuantifica en 422 barriles el volumen diario de hidrocarburos derramados al mar.
Según las mismas fuentes, el vertido 'no es significativo' y cuando el crudo está encendido se quema por completo, lo que impide que haya descargas al océano.
A la fecha, señaló Pemex, el derrame ha estado activo 27 días, descontando cuatro días con incendios, por lo que han caído a las aguas alrededor de 11.394 barriles.
La petrolera, que tiene a 155 personas trabajando para contener la mancha de hidrocarburos, argumenta además que se trata de crudo ligero que por su consistencia facilita su dispersión.
En este sentido, la empresa asevera que el 40 por ciento del crudo derramado se evapora, otra parte igual se emulsiona y el resto (20 por ciento) se limpia desde embarcaciones o se solidifica.
Pemex ha dicho que en la zona hay 'manchas de aceite en forma de líneas de bajo espesor' y 'algunas natas de crudo'.
Sin embargo, sostiene que los pocos grumos de crudo que han llegado a las playas son consecuencia de 'las emanaciones naturales' del yacimiento Cantarell, el más importante del país, 'que son llevadas por las corrientes marinas hacia las costas en época de frentes fríos'.
La compañía manifiesta además que 'no existe evidencia física de daño a fauna, flora, aves, organismos o afectaciones al sector pesquero'.
Por su parte, la gubernamental Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) reconoce que la mancha del vertido es discontinua y abarca entre tres y diez kilómetros, pero advierte que se trata apenas de 'iridiscencias (en el mar) y grumos de pequeñas dimensiones que no representan riesgos ambientales significativos'.
Por el contrario, la organización no gubernamental Marea Azul, con sede en el estado de Campeche, donde se encuentra el pozo siniestrado, considera que el daño al medio ambiente es 'severo'.
Marco Antonio Rodríguez, miembro de esa organización y representante en México de la Red Manglar Internacional, dijo hoy a Efe que las autoridades 'ocultan' la información sobre el daño ambiental.
'Se niegan a admitir que hay un grave impacto ambiental. Dicen que el petróleo se evapora porque es ligero, que el ecosistema está acostumbrado a los hidrocarburos, y que como estos son de origen vegetal no son tóxicos, eso es aberrante', advirtió.
Rodríguez afirma que el crudo y el gas 'mata los primeros eslabones de vida de las cadenas alimenticias marinas' y que los pescadores están experimentando ya una disminución en la captura de peces.
Alejandro Olivera, coordinador de la Campaña de Océanos y Costas de la organización ambientalistas Greenpeace en México, señaló en entrevista con Efe que en la zona del derrame existen dos áreas naturales protegidas: la Laguna de Términos y los Pantanos de Centla, dos áreas ricas en manglares que tienen la mayor biodiversidad del Golfo de México.
'Hay varias especies como tortugas marinas, manatís, todos en peligro de extinción, y el cocodrilo de pantano, y es área de gran importancia para muchas aves migratorias que bajan del norte del continente', explicó, y afirmó que los pescadores no pueden salir a realizar su faena porque los peces 'huelen a petróleo'.
Fuente: http://actualidad.terra.es/nacional/articulo/fuga_pemex_crudo_plataforma_cumple_2053530.htm
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